
31 May Las tres dimensiones emprendedoras de Alexandra Álvarez Pisfil con su Ale Boxing Club
Es una emprendedora por partida triple. Por cambiar de vida eligiendo otro país, por hacer suya una actividad tradicionalmente asociada a lo masculino y por crear una empresa para hacer realidad su pasión. Alexandra Álvarez Pisfil es la fundadora en Sevilla de Ale Boxing Club, que está en el barrio de Triana, en la calle Pagés del Corro, y cuenta con 100 personas usuarias de sus instalaciones y de sus programas formativos para hacer deporte a través del boxeo y sin violencia. Ella está muy agradecida al equipo de formación y consultoría de Sevilla Emprendedora, que la ayudó a afrontar el reto y la sigue orientando para apuntalar su crecimiento.
Alexandra nació hace 36 años en Cayena, en la Guyana francesa. Fue una casualidad porque sus padres trabajaban allí durante unos meses. Su padre es español, de Asturias, y su madre es peruana. Se conocieron en Francia, han vivido casi siempre en París. Alexandra tiene la doble nacionalidad francesa y española.
Es licenciada en Filología Española y tiene un máster en Ciencias de la Educación. Trabajaba como orientadora en un instituto de enseñanza secundaria en un surburbio de la capital gala. “Era un trabajo muy difícil, me gustaba pero las condiciones sociales de muchos niños y niñas generaba muchas complicaciones. Decidí cambiar de trabajo y de vida. Sentía que necesitaba otra cosa”.
Recuerda Alexandra que “había empezado a practicar deporte con más intensidad a partir de los 20 años de edad. Probé en deportes de contacto. Era difícil para mí como mujer entrar en clubes donde solo había hombres haciendo abdominales. Hasta que descubrí en París la sección femenina de un club de boxeo, y me encantó. La mujer que la dirigía y daba clases era una de las pioneras en Francia. Ella me enseñó que a través de este deporte también se puede cambiar positivamente la vida de otras personas. A partir de ahí, como me atraía cambiar de aires y me gustaba España, y había conocido Sevilla de visita, decidí hacer un estudio de mercado para saber si habría demanda para abrir un club de boxeo, y me atreví”.
Orientada por el equipo de Sevilla Emprendedora
En septiembre de 2025 se cumplen dos años de la apertura de Ale Boxing Club. Antes de hacerlo, contactó con Sevilla Emprendedora para aprovechar sus servicios gratuitos de formación y consultoría. “Me ha aportado muchísimo. Su equipo técnico y de consultoría conoce bien el funcionamiento de la ciudad, me orientaron muy bien. Y su acompañamiento me refuerza, y lo siguen haciendo, porque soy yo quien emprende, quien tiene las responsabilidades. Me han ayudado a no sentirme sola. Me han dado formación sobre redes sociales, sobre marketing, sobre el plan de negocio, sobre asesoramiento legal, sobre muchas cuestiones que desconocía en lo que es la gestión de una empresa. Y me han dado muchas ideas, y herramientas para analizar la experiencia de
usuario y el comportamiento del público en general”.
“Bueno para tu cuerpo. Buena para tu cabeza. Bueno para tu vida”. Es el lema de su escuela. “Elegí Triana porque vi que había ya en Sevilla muchos clubes de boxeo en las afueras de la ciudad. Pensé que era una oportunidad de ofrecer algo distinto en un lugar diferente respecto a los grandes clubes que están en naves enormes”. La mayoría de las personas usuarias residen en dicho barrio o en los del casco antiguo.
Ofrece clases guiadas, desde principiante hasta avanzado, “acompañamos a cada persona para que descubra este deporte sin asustarse y vea que se puede practicar sin violencia. Creo que la gente se siente menos impresionada que en otros clubes más grandes donde quizás solo hacen más caso a quien destaca mucho y desea competir. Nosotros estamos logrando que todas las personas se sientan a gusto haciendo cada uno lo que desea, ya sean menores de edad o adultos. El 65% son hombres y el 35% mujeres”.

Alexandra explica que “las clases infantiles están enfocadas en el juego, en lo lúdico, en moverse, en desahogar energía. Les digo a padres y madres que pueden tener la tranquilidad de que los niños y las niñas van a estar en un ambiente seguro. Y solo se trabaja el contacto si los progenitores están de acuerdo, y se hace con casco, con protección bucal. Casi siempre eso ocurre cuando el niño o la niña lo pide y quiere probar. En todo momento les enseño que existen reglas, que son estrictas. Tanto en las clases infantiles como en las de adultos se respeta bien la disciplina. Mi función de dinamizar también incluye estar pendiente de que haya buen ambiente para que todo el mundo esté a gusto, eso es muy importante”.
En plena era de apogeo de la actividad física, ya sea en modalidades deportivas bajo techo o al aire libre, la fundadora de Ale Boxing Club comenta que “este modelo de ejercitarse con el boxeo y sin contacto violento aporta beneficios porque mejora la confianza en uno mismo, se nota tanto en menores como en adultos después de unos meses de actividad en la escuela. La mayoría de las personas adultas lo que prefieren es entrenarse sin competir con otros. Lo hacen por todos los aspectos que les mejora el boxeo: los reflejos, la velocidad, los movimientos de desplazamiento, la agilidad, sudar para perder peso. Es un deporte en el que se trabaja con todo el cuerpo, de pies a cabeza. Y psicológicamente aporta la ventaja de que te desahogas mucho, es como terapéutico”.
Tiene ya a dos personas trabajando con ella en su empresa, y continúa contando con el valioso acompañamiento del equipo de consultoría de Sevilla Emprendedora, “me siguen orientando para el desarrollo de la empresa, para seguir incrementando el número de clientes y los ingresos. Hay margen de crecimiento para llenar todas las clases. Y, quién sabe, si sigo avanzando en el futuro me gustaría abrir un segundo local”.